Frases para pensar en Fotografía... tus primeras 10.000 fotos
noviembre 15, 2023Ten en cuenta que esa frase la dijo Henri Cartier-Bresson, uno de los más grandes fotógrafos de todos los tiempos, ese tan famoso que hablaba del "instante decisivo", pero que dejó la Fotografía en 1970, así que no experimentó los grandes avances digitales que hemos vivido y estamos viviendo tú y yo.
Así que quizás a ese 10.000 habría que ponerle algún cero más, porque con las cámaras actuales se puede llegar a hacer esa cantidad de fotos en (relativamente) muy poco tiempo, sin haber alcanzado el sentido que entiendo que tiene esta frase en el momento en que se dijo y por quien la dijo.
Pero vamos a hablar de lo que creo que nos quería contar Cartier-Bresson...
La cita y una reflexión
“Tus primeras 10.000 fotografías serán tus peores fotografías", una píldora de sabiduría del gran fotógrafo Henri Cartier-Bresson.
En una de las anteriores publicaciones de esta serie de artículos en los que reflexionamos sobre algunas de las citas más célebres (y otras no tan célebres) de la historia de la Fotografía, te decía que "Yo no quiero fotografías bien hechas, quiero fotografías bien dichas" (frase de Eduardo Momeñe) o había otro en el que reflexionábamos sobre “La buena fotografía se trata de la profundidad de sentimiento, no de la profundidad de campo” (una píldora de sabiduría del fotógrafo Peter Adams).
Pero hoy vamos a darle un par de vueltas a una cita que parece contradecir todo eso, porque habla de la importancia de la técnica y la práctica.
Aunque quizás me hayas oído, en uno de los últimos podcast que hemos emitido, hablar de que lo más importante, lo que hace trascendental a una foto, no son cosas como la nitidez, la profundidad de campo o el contraste, sino cosas que tocan nuestros sentimientos y emociones.
Pero para que llegar a ese punto que decía Richard Avedon de que "A través de mis fotografías puedo hablar de manera más intrincada y profunda que a través de las palabras", necesitamos pasar sí sí a través de un largo proceso de aprendizaje, de práctica, de aciertos y errores, de malas fotos y de otras que no son tan malas.
Es decir, tenemos que pasar por esas 10.000 fotos (quizás 100.000 en la época actual) que decía Cartier-Bresson.
Con su frase, creo que trata de transmitir la idea de que la habilidad y la maestría en Fotografía, al igual que en cualquier arte, se logra a través de la práctica constante y de la experiencia.
En nuestras primeras "incursiones" con la fotografía, realmente, estamos experimentando, aprendiendo técnicas, explorando estilos y descubriendo cómo conseguir capturar aquello que vemos, al menos atraparlo con un aspecto decente, que no lo empeore, que como mínimo esté acorde a nuestra percepción de lo que sea.
Pasado todo eso, después de mucho practicar, experimentar, fallar y acertar, lograremos llegar a transmitir nuestra visión a través de la cámara, nuestra manera de mirar, de una forma más emocional que técnica. Más cerca de la expresión que de la comunicación (si ese es nuestro objetivo)...
¿Recuerdas el artículo que publiqué sobre los fotógrafos ventana y los fotógrafos espejo?
El caso es que es durante este proceso de aprendizaje que es probable que se cometan errores, muchos errores, se realicen ajustes y se encuentre el principio del propio camino.
La cifra "10.000" (o 100.000 o la cifra que quieras) es más bien simbólica, señalando la idea de que la mejora y el perfeccionamiento llevan tiempo y mucha, mucha, práctica. No hay atajos, por muchos vendehumos que haya prometiéndote ser fotógrafo profesional después de un par de tutoriales o tres vídeos.
Acuérdate de no caer en el llamado 'Efecto Dunning-Kruger'.
A medida que ganamos experiencia, aprendemos a ver el mundo de una modo más particular... mejor aún... a plasmarlo de una manera más personal.
También aprendemos a comprender la luz, a mejorar la composición y a capturar momentos con un toque más especial.
Repito, es cuestión de tiempo, estudio y práctica... es cuestión de muchas fotos.
Por eso, entre líneas, esta frase hace referencia a la importancia de la paciencia y de la constancia, de ser perseverante en nuestra formación, en la búsqueda de nuestro camino fotográfico.
No quiero que pienses que se trata solo de tomar fotos en grandes cantidades, de disparar a todo lo que se menea y a lo que no también. Hacer fotografías sin ton ni son, sin pensar y sin reflexionar sobre lo que hacemos no nos lleva a ningún sitio. Sería como la fábula del burro... que encontró una flauta y de tanto soplarla sonó bien una nota, "sonó la flauta", y ya se creyó músico.
De lo que te hablo es de estar abierto a aprender de cada experiencia, de aprender de los errores y de evolucionar al ritmo en que aproveches tu recorrido, al ritmo que marquen tus pasos.
No olvidemos que cada fotografía que hacemos, incluso esas 10.000 peores, son una oportunidad para aprender y mejorar.
¿Tú qué opinas? Cuéntamelo en los comentarios.
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Un saludo y buena luz.
2 comentarios
Eso de la 10.000 primeras era en los tiempos de los carretes de 36 fotos. Ahora habría que hablar de 100.000 o más
ResponderEliminarComo poco 😅👍
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