Si sueles leer este blog de forma habitual, supongo que ya conocerás el habitual rechazo que me produce "la regla de los tercios". 

Tengo un artículo ya antiguo sobre ella, en el que la explico y en el que ya cuento algunas errores sobre ella. Además publiqué otro más reciente que este que estas leyendo en el que ya entro a saco acerca de las mentiras, mitos y también verdades de la 'Regla de los Tercios'. 


El caso es que le tengo especial manía porque me chirría tela la palabra "regla" cuando hablamos de disciplinas artísticas o medios expresivos, y la Fotografía puede ser las dos cosas (y más) según quién la practique.

Hablo sobre ello en los artículo que te he ido enlazando en lo que llevas leído de este.

Pero he de admitir que a veces es útil... 

Al principio... cuando empezamos en Fotografía es un recurso fácil de asimilar, de recordar y de aplicar, que nos ayuda a salir de lo estático de los sujetos centrados sin acercarlos tanto a los márgenes como para crear tensiones innecesarias. 

Sobre todo cuando no sabemos muy bien dónde situar al sujeto principal.

Pero nada más.

Eso de que las intersecciones marcan los puntos de mayor interés visual en una foto es una soberana tontería, lo siento, hace tiempo que me cansé de morderme la lengua al hablar de este recurso...


La única zona de atracción visual en un encuadre es el centro y sólo en determinadas ocasiones. 

Te lo demuestro en mi artículo 'Rompiendo reglas - 01 - La Regla de los Tercios'.

Me da hasta pena, saber que hay muchas fotos que podrían haber sido geniales, pero que acaban pareciendo desequilibradas, con mucho espacio sin información o carentes de interés por el afán de ceñirse a esa infame "regla". 

O el remate es que haya gente que tache de mal compuesta una imagen que no está encajada en los tercios.

También te puedo hablar de lo que dice una eminencia en Composición, mi maestro y amigo José Benito Ruiz, que tiene (por ejemplo) un artículo llamado 'Las proporciones más utilizadas en fotografía', en el que habla de tropecientas proporciones que no son la de los tercios y otro en el que habla de los "Puntos óptimos de anclaje" un recurso más avanzado y efectivo.

Además de que hay muchísimas otras herramientas compositivas que anulan totalmente la mencionada regla.

Que es de lo que realmente pretendo hablarte hoy...

10 recursos mejores que la (mal llamada) regla de los tercios

He decidido dejar en 10 los recursos de los que voy a hablar, hay muchos más, pero debido a mi extraño trastorno obsesivo compulsivo prefiero ese número tan redondo y así te dejo espacio para añadir más en los comentarios, si te apetece.

En cada uno de los puntos he utilizado como ejemplo alguna fotografía mía que no respeta la (mal llamada) regla de los tercios, cuyo punto de mayor interés no estará en la intersección de esas líneas imaginarias, probablemente ni siquiera coincida con una de esas líneas (y si coincide será por casualidad) pero aún así tu vista se dirigirá primero e inevitablemente a la zona del encuadre en la que haya decidido situar cada recurso en cuestión.

Son 10 factores, técnicas, elementos o recursos (insisto, llámalos como quieras, menos "reglas") que hacen que eso de los tercios se quede para los bares o para el ejército y podamos situar el punto de mayor interés visual donde nos venga en gana.

Una vez que los conozcas, que seguro que conoces varios, puedes probarlos, te lo recomiendo, así dejas atrás un recurso fácil pero muy limitado.

Vamos a empezar por el factor más obvio...

1. El elemento más nítido

Este seguro que lo conoces, porque además es una de las cosas que primero aprendemos en Fotografía, a enfocar.

Siempre nos han dicho que la mirada se dirige indefectiblemente al punto más nítido de la imagen, siempre que haya diferencias obvias, claro. Y siempre que no haya otro recurso más poderoso o más obvio que éste (no hay ninguna verdad absoluta en Fotografía)...


Así que, en un principio, da igual en qué zona del encuadre sitúes el sujeto principal, si éste es el elemento más nítido de la fotografía se convertirá automáticamente en el punto de mayor interés.

El siguiente factor está bastante relacionado con la nitidez y el enfoque...

2. La zonas con textura

De hecho es casi lo mismo que el punto anterior, a los humanos nos molan los detalles, la información, es como algo instintivo, de hecho creo que tiene que ver con eso del cerebro reptiliano y el instinto de supervivencia.

Nuestra mirada se dirige de forma automática a las zonas donde hay texturas...

Si tenemos un paisaje con un cielo liso y una superficie llena de detalles (textura) obviaremos el cielo y nos pararemos  a contemplar la superficie. También al contrario.

Más porque pasamos olímpicamente de las zonas vacías o sin detalles que porque nos llame la atención la textura. Es lógico, si es liso y sin elementos poco hay que mirar.

3. Detectamos lo diferente

De nuevo relacionado con lo que he contado en los puntos anteriores. Nuestra mirada se dirigirá sin que podamos impedirlo hacía el elemento distinto.


Da igual la cantidad cosas que haya en tu foto, si todos los elementos son parecidos, pero hay uno que se diferencia del resto este se convertirá en el punto de interés.

Tampoco ahora importa dónde esté situado, arriba, abajo a la izquierda o a la derecha, sea cuál sea su ubicación nos llamará la atención, aunque no esté en una de esas dichosas intersecciones.

Dicen que también es una cosa instintiva, si es que los humanos somos unos simplones.

4. Miramos inmediatamente al elemento aislado

Este también es cosa del instinto, pero en lugar del de supervivencia el de caza. El león... bueno, la leona, que todos llevamos dentro fijará su atención en cualquier elemento que esté separado o aislado del resto...


Será nuestra "presa fácil", me refiero al espectador de nuestra fotografía. Si le ponemos un elemento aislado del resto se lo pondremos en bandeja. Mirará a esa zona sin poder evitarlo, será su punto de interés.

5. Nos llama la atención lo que contrasta

Hasta cierto punto este va relacionado con lo del elemento aislado, es que voy hilando cual hilandera de Velázquez. En este caso no me refiero al contraste general de una fotografía, me refiero al elemento que contraste con el resto, que destaque sobre los demás...


Ya sea por color, tono, iluminación. Si en general toda la imagen es oscura y hay un elemento claro, es decir, que contraste con el resto, miraremos hacia él. Y de nuevo no importa su situación. Nos llamará la atención igualmente.

6. Ve hacia la luz...

Si estás vivo, tu vista se dirigirá a la zona o al elemento más brillante... y no, no me refiero al más inteligente, aunque la gente lista siempre llama la atención. Lo que quiero decir es que nuestra mirada se parará sobre la zona más luminosa de la fotografía y se fijará en ella o en lo que haya en ella.


Eso se debe a que, normalmente, en las zonas oscuras hay menos detalle o menos información. También tiene que ver con el tema del contraste.

Y la razón de que en muchas ocasiones se recomienda que cuando hacemos retrato procuremos que la piel de la persona sea el elemento más claro de nuestra foto.

7. Si hay una persona...

Ya que acabo de hablar de retrato aprovecho (ves cómo hilo 😉) para recordarte que lo que más suele llamar nuestra atención en cualquier imagen son los seres humanos (o lo que nos recuerde a un ser humano).


Cuando en una fotografía hay personas, o cosas que se parecen a personas, las detectamos casi al instante, aunque estén disimuladas, y nos detenemos a observarlas, a intentar ver sus rostros y más concretamente sus ojos... bueno vale... hay veces que miramos otras partes del cuerpo, pero cuando queremos ser educados, tratamos de centrarnos en los ojos y rostros.

Al parecer tiene algo que ver con la empatía y el autoreconocimiento, lo que es similar a nosotros nos llama la atención y lo más parecido a nosotros es otra persona.

8. La calidez de los tonos cálidos Colores llenos de calidez (por propuesta de Emilio Bonilla)

Esto no sé cómo relacionarlo con lo anterior... ah sí... ya que hablaba de las personas podemos mencionar su calidez... mmm... bah, da igual... hazme caso...

Preferimos los tonos cálidos a los fríos... Concretamente el rojo llama poderosamente nuestra atención...


No sé si tendrá alguna relación con el instinto, con la curiosidad o con la necesidad, al parecer tiene algo que ver con que el rojo es el color de la sangre y nos alerta y altera si está presente en una escena. El caso es que, además del rojo intenso, a los humanos nos llaman más la atención, los colores cálidos. Ya sabes, en el círculo cromático son los que están alrededor del rojo, es decir, amarillo, naranja, rosa...

Así que si pones una zona con colores cálidos en tu foto, ésta llamará más la atención del espectador.

9. A dónde nos lleven las líneas

Y no precisamente las del metro.

En mi blog ya hablé de componer con líneas y mencionaba (entre otras cosas) lo útiles que son para dirigir la mirada...


La dirigen a cualquier parte del encuadre, es inevitable recorrerlas visualmente, puedes usarlas para situar el punto de mayor interés donde te apetezca, aunque no sea uno de los tercios.

10. El puntazo

Si hablamos de puntos de interés no podíamos irnos sin hablar del "punto"... Curiosamente uno de los elementos básicos de la composición, de hecho el más básico de todos ellos, es el que más poder de atracción visual tiene.


Cuando nos referimos a este elemento compositivo, estamos hablando de un elemento de pequeño tamaño y aislado en nuestro encuadre, no de un circulito pequeño. Sea donde sea que coloquemos un punto relativamente aislado, se convertirá automáticamente en el centro de interés de nuestra fotografía.

CHARLA EN 'PAISAJE ÍNTIMO'