Las cámaras de fotos son objetos de deseo, algunas son admiradas como auténticos tesoros y no son precisamente baratas. Te habrás dejado unos pocos de muchos euros en adquirir la tuya, a no ser que te la hayan regalado o te haya tocado como premio en algún sorteo o concurso (como a mí la 60D, jejeje) y aún así la tendrás como oro en paño... Pues que no te engañen... es sólo una herramienta, cuando se te estropee o antes incluso (eso de la obsolescencia programada) comprarás otra más moderna, (supuestamente) más potente, (supuestamente) mejor y tu preciado tesoro quedará relegado al olvido.

Además, de nuevo te digo que las cámaras son herramientas de trabajo, suelen ser más duras de lo que parecen, están hechas para ser manipuladas por todo tipo de manos y de manazas. Un poco de suciedad o un minúsculo arañazo no hará que dejen de funcionar, ni siquiera que funcionen peor. Trastea la tuya, úsala, gástala antes de que la obsolescencia haga que desees otra que (supuestamente) te ayudará a hacer mejores fotos...

Aunque es una máquina hecha para durar y aguantar más de lo que creemos no deja de ser una herramienta de alta tecnología y precisión, como tal requiere de ciertos cuidados y tener cuidado con ciertas partes. Unas pocas precauciones y atenciones harán que tu cámara dure hasta que ahorres lo suficiente para que el bombardeo publicitario haga efecto y compres otra. El mejor accesorio para mantener tu cámara en buenas condiciones es el sentido común y seguir una rutina de mantenimiento y limpieza.Te voy a contar qué es lo que tienes que cuidar (más o menos), pero antes te voy a hablar de algunos accesorios para el mantenimiento...

Accesorios para mantenimiento.

Perilla de aire.

Son pequeños pañuelos hechos con un tejido muy suave y electrostático, son los mismos que se usan para limpiar las gafas, de hecho yo suelo comprarlos (a veces los regalan de propaganda) en las ópticas. Tampoco pueden faltar en tu equipo.

Pañuelos húmedos.

NO son los de bebé, NI los de wc, NI los de las marisquerías (aunque huelen muy bien no son aptos para nuestras cámaras). ¡No te confundas! Son unos especiales para gafas, lentes, cristales... son fáciles de encontrar en los supermercados y en las ópticas.

Sí, los típicos para los oídos que no recomiendan usar para los oídos. Pueden sernos útiles para limpiar en partes a las que no podamos acceder con el paño de microfibras. Los uso puntualmente porque pueden dejar pelusilla.

Filtros protectores.

Son unos cristales circulares transparentes que se enroscan en el objetivo con la intención de proteger la lente. Yo no los uso. Principalmente porque el mejor "filtro protector" de tu cámara es la tapa del objetivo y tu propio sentido común. Cuando no uso la cámara le pongo la tapa al objetivo y ya está bien protegido, cuando la estoy usando no quiero poner un cristal barato delante de los cristales de mucha mayor calidad que posee cualquier objetivo. El único sentido que le veo a usar estos filtros es en ambientes agresivos como tormentas de arena o al fotografiar de cara al mar con oleaje y viento, en el resto de casos me sobra cualquier cosa que suponga una pérdida de calidad en la imagen.

Y ahora sí, vamos con el...

Cuerpo, visor, botones... en general...

Aquí con un mínimo de limpieza y tratando de evitar en lo posible los golpes (¿te acuerdas que te dije que usaras correa?) vamos bien. Los peores enemigos de la cámara de fotos (sobre todo para cuerpos y cámaras no sumergibles ni selladas) son el polvo y el agua (especialmente el agua salada). Hay fundas que te solucionan en parte el problema, pero siempre trata de tener cuidado con la lluvia, la nieve o la niebla y trata de mantenerlo seco. También ten cuidado en lugares como las playas en los que el agua y la arena pueden jugarte malas pasadas.

Nunca limpies tu cámara con líquidos fuertes, bastará con un paño húmedo (NO empapado), o mejor con las toallitas de las que antes te hablaba, y de seguido pasar uno seco.

Pantalla.

Venden unas láminas protectoras, incluso para pantallas táctiles, que pueden salvarte de una fea rayada en el momento más inesperado. Son baratas y en cuanto están más feas de la cuenta son fáciles de cambiar.
Un arañazo, normalmente, sólo va a ser una molestia estética que no va a empeorar su funcionamiento, pero si usas más la pantalla que el visor, es bastante incómodo a la hora de visualizar nuestras tomas. Al igual que con lo anterior, nada de líquidos fuertes, paño húmedo y paño seco son suficientes.
Yo uso mucho las toallitas húmedas especiales para limpiar las gafas.

Objetivo.

Esta es una de las partes más importantes de la cámara, si tienes una reflex es posible que cambies de cuerpo, pero la inversión hecha en los objetivos se mantendrá intacta siempre que no cambies de marca. Si tu cámara no permite el intercambio de objetivos más aún debes cuidarlo, pues si se deteriora lo suficiente, la calidad de tus fotos caerá en picado o incluso te verás obligado a cambiar de cámara.

Nunca, NUNCA, limpies los cristales de tu objetivo con lo primero que te encuentres (borde de la camisa, pañuelo de bolsillo, papel de lija del 15 O_o! ). Si hay algún granito de arena o de algo por el estilo no visible y lo arrastras por el cristal con el paño tendrás un molestísimo arañazo en tu preciada lente. Mejor pasas primero un "lenspen" o la perilla de aire y después un paño de microfibras o una toallita húmeda.

Nada de usar el aliento para humedecerla y mucho menos pegarle un salivazo, aunque no lo parezca, nuestro aliento y saliva irán debilitando las capas protectoras del cristal.

Del espejo aún no te había hablado (no lo vi necesario), es una pieza que tienen las cámaras reflex y que junto al "pentaprisma" (o pentaespejo) llevan la imagen desde el objetivo al visor. Lo verás al quitar el objetivo, está pegado al obturador y se levanta a la vez que éste. Pero, por el momento, sólo te es útil saber que has de mantenerlo limpio. 

No es conveniente cambiar de objetivo en ambientes "hostiles" para la cámara, por ejemplo, la playa, sitios con mucho polvo o con mucha humedad. En estos lugares corres bastante peligro de que se cuelen elementos indeseados y ensucien tu espejo. En cualquier lugar en el que tengas que cambiar de objetivo aprende a hacerlo con la cámara mirando al suelo, la gravedad ayuda a que no se cuele nada dentro. Y mejor si cambias de objetivo con la cámara metida en la mochila o la bolsa.

El espejo se puede limpiar con una perilla de aire con la cámara mirando al suelo y procurando no tocar nada con la punta de la perilla, también puedes pasar el "lenspen" con cuidado. De todas formas si el espejo no queda perfecto sólo afectará a lo que veas a través del visor, no a la foto final.

Sensor.

Esto es un resumen, así que te recomiendo que esperes a que publique la entrada en la que contaré más extensamente y con imágenes todo el proceso o que le eches un vistazo a este vídeo que encontré en youtube en el que explican su uso.